Entre la tradición y la innovación
La moda flamenca es un delicado equilibrio de elementos que, bien combinados, hacen en conjunto un hermoso y vistoso atuendo que engalana a toda mujer. Para lograr ese equilibrio se requiere del uso racional de variados complementos como mantones, peinetas, flores y otros que deben ser usados con un criterio de buen gusto y proporción. El traje de flamenca no es un disfraz que admite la desproporción, sino una elegante vestimenta que se ubica entre la tradición y la innovación y debe ser llevado con garbo y orgullo.
El mantón, las peinetas y las flores
Aunque la moda flamenca posea una historia que parte de finales del siglo XIX, hoy en día mantiene su frescura y vigencia, siendo admirada por diseñadores y mujeres de todo el mundo. Gran parte de su atractivo reside en la variedad y calidad de sus complementos, y hacia ellos debe prestarse la debida atención. Por ejemplo, el manto debe ser del mismo tono de color del traje, y puede incluir detalles bordados con algunos colores llamativos.
El mismo cuidado debemos tener con las peinetas y las flores. Adornar la cabeza de la mujer con estos complementos es la perfecta combinación para realzar el traje. Hay diversos colores de flores y diseños de peinetas y, para este año 2019, se augura una tendencia hacia el uso de las flores color frambuesa y agua marina pastel, además de peinecillos de porcelana con pedrería que vayan en armonía con las flores y el resto del traje.
Combinar los elementos para obtener un perfecto atuendo de moda flamenca es una paciente labor que exige buen gusto y paciencia para elegir con acierto y belleza.